Dos trabajadores murieron tras una explosión en una fábrica de Louisville, Kentucky, que provocó el colapso parcial del edificio y reventó ventanas en hogares y negocios cercanos, informó la empresa el miércoles.
La explosión ocurrió el martes por la tarde en Givaudan Sense Colour, que produce colorantes para alimentos y bebidas.
“En este momento tan difícil estamos de luto con las familias, amigos y seres queridos de aquellos que se perdieron y resultaron heridos”, dijo la empresa en un comunicado.
Los bomberos rescataron y evacuaron a muchas personas del edificio, algunas con heridas que ponían en riesgo su vida, dijo el alcalde de Louisville, Craig Greenberg, en un comunicado el martes por la noche. Greenberg indicó que se había localizado a todos los que trabajaban en la planta en ese momento.
En un principio se había informado de al menos 11 empleados trasladados a hospitales.
La causa del siniestro se estaba investigando. Greenberg dijo que las autoridades hablaron con empleados dentro de la planta y estos “inicialmente transmitieron que todo era actividad normal cuando ocurrió la explosión”.
La empresa indicó que se encontraba en las primeras etapas de la investigación de la causa y que está cooperando con las autoridades.
“Agradecemos su respuesta heroica y enviamos nuestro agradecimiento a aquellos en la comunidad que han mostrado su apoyo durante todo el día”, dijo la empresa.
Patrick Livers vive en un vecindario justo al otro lado de las vías del tren de la planta. Estaba en el trabajo cuando su madre, quien había recogido a sus hijos de la escuela y los llevaba a casa, llamó para decirle que su hogar había sido dañado por la explosión. Él no podía creer lo que había pasado.
Livers dijo que no había nadie en casa en ese momento y que la explosión reventó ventanas en toda su calle.
“La casa aún está en pie. Solo es daño estructural. Si estaba en una pared, ahora está en el suelo”, dijo. “Todas las ventanas de los vecinos estallaron, puertas voladas. Parece que hubo un pequeño tornado dentro de la casa”.
Steve Parobek estaba en el trabajo cuando la explosión reventó la ventana de la cocina en su apartamento a una cuadra de la planta. Llegó a casa y encontró a su gato a salvo y usó dos cajas de pizza y algo de cinta adhesiva para cubrir su ventana y evitar el frío.
